Calma y tempestad
Sentimientos, logros, recuerdos… ¡Incluso esos lugares a los que siempre queremos volver! Nuestras esculturas personalizadas tienen la capacidad de representar absolutamente todas las emociones que puedas sentir. Por eso, en esta ocasión el objetivo era recrear el refugio de esta pareja. ¿Puede ser un refugio un lugar en el que disfrutar del aire libre y del mar? ¡Por supuesto! Y es que un refugio es aquel sitio en el que nos sentimos felices, cómodos y a salvo.
Los protagonistas de esta obra sentían además que su catamarán y el tiempo que pasaban en él era un fiel reflejo de su realidad: a veces surcaban el mar en calma, otras tenían que luchar contra las olas y un mar revuelto. De ahí precisamente nace el título de esta escultura personalizada.
Nos encargaron esta escultura con objeto de recordar sus viajes en catamarán pero también los altibajos a los que nos enfrentamos en la vida y cómo luchamos, contra viento y marea, para superarlos
Una escultura a lo grande
Cuando recibimos este encargo y comenzamos a diseñar cómo sería la escultura, lo primero en lo que tuvimos que pensar fue en cómo dar forma al gran catamarán. Se trata de un elemento con piezas delicadas y muy grandes, sobre todo aquellas que representan las velas de la embarcación. Pero con perseverancia y creando un diseño totalmente calculado y a medida conseguimos “izar velas” y darle forma a la pieza principal de la escultura.
Por supuesto, sobre el catamarán encontramos a la pareja protagonista mirándose y admirándose, siempre sin perder de vista los cabos que les unen al catamarán y a su pasión por el mar. Ambas figuras cuentan con varios detalles que les hacen reconocibles y así conseguimos que esos personajes sólo puedan ser ellos.
Un mar en calma
El color del bronce suele ser el predominante en todas nuestras esculturas, pero en este caso no podíamos dejar que esta obra solo tuviera el tono de este material. El mar en esta pieza no solo representa el gran azul, sino también el camino de la vida y cómo hacemos frente a las circunstancias y acontecimientos que nos toca vivir. Por eso, quisimos darle mayor protagonismo realizando la base de la escultura personalizada en resina epoxi para simular ese agua de un azul vibrante que además consigue ubicar al catamarán en mitad del océano.
La combinación de estos materiales aporta además a la escultura mayor personalidad. El color hace que la pieza adquiera un tinte especial y llame aún más la atención sobre todos aquellos que la observan. Y es que los detalles en cada una de las esculturas personalizadas que realizamos es lo que marca la diferencia y sitúa a quienes conocen la historia que hay detrás de ella y a quienes la miran desde fuera, en el escenario adecuado para comprender el sentido de cada obra.
Emoción compartida
Todas aquellas personas que contactan con nosotros lo hacen atraídas por las esculturas que ya hemos creado y que pueden ver de cerca en nuestra web. Obras que enamoran sin conocer a los protagonistas. Así, es inevitable que quienes se deciden a encargarnos una, se creen expectativas muy altas al imaginar a quienes serán la clave de las historias que cuentan cada una de las esculturas personalizadas que salen de nuestro taller.
Efectivamente este fue uno de los casos donde la realidad debía superar a la ficción. Y es que durante el proceso de creación pudimos percibir que las expectativas de quien nos había encargado esta escultura eran muy altas. Afortunadamente al entregar la escultura personalizada, proceso que en esta ocasión y de forma excepcional llevamos a cabo en mano, pudimos confirmar lo que esperábamos: ¡habíamos superado con creces esas expectativas!
Capturamos emociones para transformarlas en Arte
En Aere Esculturas somos expertos en capturar recuerdos, plasmarlos en bronce y emocionar con ellos a todos aquellos que forman parte del proceso. Y es que todos los eslabones de esta cadena son importantes para conseguir lo que una escultura personalizada provoca.
Estamos muy orgullosos de que una obra tan especial como esta haya pasado a formar parte de nuestra colección y, sobre todo, de que los protagonistas se hayan emocionado tanto al descubrirla. Y es que la emoción que transmite cada escultura personalizada es capaz de crear rinconcitos reconfortantes dentro de un hogar a los que volver cada vez que necesitemos recordar momentos felices o, sencillamente, volver a sonreír. Pedazos de nuestra vida inmortalizados para siempre en bronce que no dejan indiferente a nadie.
¿Quieres disfrutar del tuyo en casa? Estamos deseando conocer tu historia y ver cómo un boceto en un papel se convierte en una obra de arte completamente única. ¡Te estamos esperando!